Imagina que entras a un restaurante a encontrarte con una amiga. Observas todo el espacio y caminas alrededor buscando su cara. Cuando la ves, le das un abrazo con la presión justa y te sientas sin problema en la silla al frente de ella. Así pasen muchas personas al lado, tú estás enfocado en ella y mientras oyes su voz apenas te das cuenta del ruido del mar. Cuando llega tu sopa, tomas una cucharada, la pruebas, sientes que está caliente y la soplas.
¿Cómo pudiste hacer todo esto sin siquiera pensarlo? ¡Integración sensorial! Veamos todo en detalle, porque es una enorme tarea que tu pequeño está aprendiendo en este momento.
¿Qué es integración sensorial?
La integración sensorial es el proceso por medio del cual obtenemos, interpretamos y organizamos información a través de nuestros sentidos para actuar. Nuestros sentidos envían mensajes a nuestro cerebro, el cual los procesa y nos dice qué hacer. En el caso que mencionamos anteriormente, cuando tus labios tocaron la sopa que estaba caliente, se produjo una rapidísima comunicación entre tus sentidos y tu cerebro, y tu cerebro dijo que retiraras la cuchara y soplaras. Así mismo el sentido de la vista y del oído se comunicaron con tu cerebro acerca del entorno, te permitió filtrar la información y enfocarte en la conversación a pesar del ruido y movimiento en el restaurante.
Nuestro sistema sensorial está constantemente procesando información de múltiples sentidos al mismo tiempo, permitiéndonos interactuar sin problema con nuestro entorno a medida que nos movemos, comunicamos, aprendemos, trabajamos y jugamos.
¿Cómo se desarrolla la integración sensorial?
El desarrollo sensorial comienza en el útero y continua a medida que van creciendo los bebés. Cada vez que tu bebé interactúa con el entorno ya sea que lo cargues, lo alimentes, le hables, le des un masaje, lo saques al aire libre o juegues con él, sus sentidos están desarrollándose y aprendiendo a trabajar en conjunto. Con el tiempo tu bebé aprenderá la habilidad esencial de filtrar la información sensorial concentrándose en ciertas cosas e ignorando otras.
Hay dos maneras de apoyar el desarrollo sensorial de tu bebé. Desde que nace ponlo boca abajo frecuentemente y dale siempre la oportunidad para mover libremente todo su cuerpo y por otro lado exponlo suavemente a una gran variedad de información sensorial. Consulta nuestro programa de BabySparks que cuenta con una gran cantidad de actividades sensoriales específicas.
¡Puedes ensuciarte un poco!, el juego de untarse un poco es un entrenamiento sensorial ideal para tu pequeño.
¿Cómo son los retos de la integración sensorial?
Para algunos pequeños, la comunicación entre sus sentidos y el cerebro no es fácil, la sensibilidad a cualquier estímulo de sus sentidos puede resultar excesiva o insuficiente. Un niño que es demasiado sensible puede presentar nauseas con la textura de algún alimento, reaccionar excesivamente frente a luces brillantes o ruidos, o se molesta al ser tocado. En cambio, un niño que es poco sensible buscará ser abrazado fuertemente o mantener una actividad física intensa o simplemente parecer que no siente dolor. En general los niños con desafíos sensoriales tienden a ser torpes (más allá de lo normal cuando se está aprendiendo una nueva habilidad), moverse constantemente o retrasarse en los logros del desarrollo.
Si te preocupa el desarrollo sensorial de tu pequeño, un terapista ocupacional puede orientarte.